En la película, la actriz interpreta a una importante CEO que desata sus fantasías sexuales con un veinteañero.
En su nueva y controvertida película, Babygirl, que recién se estrenó en Prime Video, Nicole Kidman da vida a Romy, una ejecutiva de una empresa de logística en Nueva York, madre de dos hijas adolescentes con un director de teatro del Off-Broadway interpretado por Antonio Banderas.
Su vida es, aparentemente, perfecta. Mantiene el dominio del hogar y del trabajo, pero no el de sus deseos. La sofisticada y perfeccionista CEO esconde oscuras fantasías de sumisión.
El apetito carnal se verá colmado cuando una Navidad inicie un tórrido romance con un becario, interpretado por Harris Dickinson.

Baby Girl Instagram
Babygirl empieza con un orgasmo y termina con otro. El primero, fingido con su marido, el segundo, convulso y extático. El lapso de tiempo entre uno y otro comprende el viaje personal que experimenta su protagonista hacia la liberación sexual.
Nicole Kidman reveló que durante el rodaje de la cinta erótica hubo momentos en los que necesitó pausar la filmación debido a la intensidad emocional de las escenas íntimas.
En sus palabras
Aunque Nicole Kidman tenía experiencia filmando desnudos, admite que en esta cinta se encontró con una situación más compleja, tanto física como mentalmente.
Durante una entrevista con The Sun confesó que hubo momentos en los que se sentía sobrepasada por el agotamiento y la intensidad.
"Había veces durante el rodaje en las que decía: ‘Ya no quiero más orgasmos. No te acerques a mí. ¡Odio hacer esto! ¡No me importa si nunca me vuelven a tocar en la vida!’", dijo.
Según contó, la acumulación emocional fue tan abrumadora que llegó a sentir una especie de ‘burn out’ en las secuencias físicas.
Sin embargo, la estrella resaltó que había mucha confianza gestionada entre ella y su compañero en el set.
En un evento de preguntas y respuestas, Dickinson también mencionó que esa confianza era esencial para detenerse.
"Si no estábamos cómodos o si algo no estaba funcionando, simplemente decíamos: ‘Ok, todos váyanse por un segundo’", comentó el joven de 28 años.