Gene Hackman, leyenda del cine y dos veces ganador del Oscar, fue enterrado en secreto junto a su esposa en una tumba sin epitafio.
El fallecimiento de Gene Hackman, el 18 de febrero de 2025, estuvo marcado por circunstancias inusuales y una controversia familiar que ha acaparado la atención pública. El actor, reconocido por su destacada carrera en Hollywood, fue encontrado sin vida junto a su esposa, Betsy Arakawa, en su residencia en Santa Fe, Nuevo México.
Ambos presentaban signos de descomposición avanzada, lo que llevó a una investigación detallada. Las autoridades determinaron que Betsy falleció debido a una enfermedad pulmonar causada por el hantavirus, mientras que Gene murió de una enfermedad cardíaca grave, agravada por complicaciones del Alzheimer.
Lo que ha generado mayor controversia es el manejo de su herencia. Gene Hackman dejó un testamento en el que excluyó a sus tres hijos biológicos, Christopher, Elizabeth y Leslie, de su fortuna, estimada en 80 millones de dólares.
En su lugar, designó a un grupo de fideicomisarios sucesores. Sin embargo, todos los fideicomisarios designados habían fallecido antes que él, lo que dejó la administración de su patrimonio en una situación legal incierta. A pesar de la exclusión, los hijos de Gene Hackman organizaron su funeral en una ceremonia privada en Santa Fe.
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La tumba donde descansan los restos del actor y su esposa carece de lápida, nombre o fecha, siendo marcada únicamente por una flor. Este gesto ha sido interpretado por muchos como una forma de represalia por el distanciamiento entre Hackman y sus hijos, quienes fueron excluidos del testamento.
La situación se complica aún más por las condiciones insalubres en las que vivían Hackman y Arakawa. Un informe de la Oficina del Investigador Médico de Nuevo México reveló que la casa estaba infestada de roedores y heces, lo que propició la propagación del hantavirus.
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La grabación, que recoge una frase que la joven habría dicho antes de morir, ha generado temor.
En cuanto a la herencia, aunque Hackman excluyó a sus hijos del testamento, la ley de sucesión intestada de Nuevo México podría otorgarles derechos sobre su fortuna. El abogado Tre Lovell explicó que, al no existir fideicomisarios vivos, el patrimonio se tramitaría conforme a las leyes de sucesión intestada, lo que colocaría a los hijos como herederos legales directos.