Las autoridades a cargo de la investigación del crimen contra la influencer dieron a conocer las primeras palabras del repartido de rosas.
Una semana después del asesinato de Valeria Márquez, dentro de su salón de belleza en Zapopan, Jalisco, apareció un ramo de rosas rojas con la palabra "Perdón" escrito en una cinta blanca.
Para las autoridades, el detalles no pasó desapercibido, pues desató dudas, sospechas y una nueva línea de investigación. No por las rosas en sí, sino por lo que representaba ese mensaje en un caso que ha conmocionado al país.
La policía de Zapopan llegó al lugar, tomó fotografías y recogió el arreglo para analizarlo. Lo que parecía un gesto simbólico, ahora forma parte clave de una investigación por feminicidio.
En redes sociales, algunos seguidores de Valeria Márquez recordaron que, en una de sus últimas transmisiones, alguien le preguntó si prefería rosas rojas o rosas. Para muchos, el detalle del ramo puede ser una señal de que el asesino o alguien cercano a él quiere enviar un mensaje.
El caso sigue abierto y cada día surgen nuevas dudas. ¿Quién envió las flores? ¿Por qué pedir perdón? ¿Fue un intento de disculpa, una forma de llamar la atención o un mensaje directo a las autoridades?

Dejan rosas a Valeria Márquez Instagram
Repartidor rompe el silencio
Las autoridades lograron ubicar a la persona que llevó las flores al salón de belleza Blossom The Beauty Lounge y se han dado a conocer sus primeras declaraciones:
"A mí solo me enviaron". El repartidor explicó que trabaja para una florería, que alguien hizo el pedido y que su única tarea era dejar las flores en el lugar y tomar algunas fotos como prueba.
No reveló quién pidió el arreglo. Dijo que no conocía ni al remitente ni a la víctima. Solo cumplió con una entrega más. Sin embargo, esta entrega no fue como cualquier otra.
El mensaje "perdón" generó inquietud porque podría estar relacionado directamente con los hechos violentos ocurridos el 13 de mayo, cuando Valeria Márquez fue atacada a balazos mientras hacía una transmisión en vivo desde su salón.
Valeria Márquez tenía 23 años. Era emprendedora, generadora de contenido y dueña de su propio negocio. Compartía su vida con miles de personas en redes sociales. El crimen quedó registrado en video y se viralizó rápidamente.