Las hijas del cantante aseguran que esta demanda va más allá del dinero. "Queremos transformar el dolor en esperanza".
Dos de las hijas de Rubby Pérez informaron que demandaron a los dueños de la discoteca que colapsó hace dos meses en República Dominicana con saldo de 236 muertos, incluido su padre.
El célebre cantante estaba en el escenario cuando el techo del club nocturno Jet Set se vino abajo la madrugada del 8 de abril.
La familia exige RD$435,000,000.00 (7.37 millones de dólares) en una demanda que va más allá del dinero. "Queremos transformar el dolor en esperanza", dicen sus hijas.
La querella (pedido de acción penal) de las hermanas Casiey Aileen y Ana Beatriz se suman a otras 108 demandas civiles contra Antonio y Maribel Espaillat, propietarios del local que fueron detenidos la semana pasada y acusados de homicidio involuntario.
"Esta querella es una herramienta legal, pero también un acto de memoria", indicó el comunicado de las hijas de Rubby Pérez. "No busca castigar sin fundamentos ni emitir juicios paralelos".
"Pretende que se investigue, que se determine la verdad, que se asuman responsabilidades donde corresponda y que las víctimas no desaparezcan", añadió. "Que este caso (...) sirva para corregir, aprender y, sobre todo, para cuidar".
Más detalles
El empresario Antonio Espaillat fue arrestado este jueves en la Procuraduría General de la República (PGR) tras varias horas de interrogatorio por la investigación del derrumbe del techo en la discoteca Jet Set.
Un juez debe decidir este miércoles si encararán su juicio en libertad. El Ministerio Público (MP) pidió prisión preventiva para Antonio Espaillat y arresto domiciliario para su hermana Maribel.
Los acusa de "una inmensa irresponsabilidad y negligencia" en el manejo del local, que presentaba "fallas estructurales".
El techo colapsó -según un informe técnico- tras ser cargado "de manera excesiva" con ductos, aires acondicionados, tanques de agua "sin realizar ningún estudio que garantizara la capacidad de la estructura" para soportar el peso.
La fiscalía también señaló a los propietarios de "intimidar o manipular a empleados" que pudieran ser llamados como testigos.
El interrogatorio se produjo un día después de que un empleado de la discoteca Jet Set asegurara que le advirtió con anterioridad a Espaillat que no se podía realizar la fiesta del 8 de abril amenizada por el merenguero Rubby Pérez, en la que fallecieron 236 personas y otras 180 resultaron lesionadas.
El Ministerio Público pudo acceder al celular del empleado, para extraer conversaciones que tuvo con Espaillat.

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