Sus publicaciones muestran escenarios paradisíacos, frases motivacionales y fotografías cuidadosamente producidas de la modelo.
Kalya se convirtió en una sensación en redes sociales gracias a una característica que capta la atención: tres senos.
Con miles de seguidores en redes sociales, su contenido ha desatado admiración y memes, pero lo más sorprendente es que no existe en el mundo real: es una creación completa de inteligencia artificial.
Su éxito muestra cómo lo virtual no solo cautiva, sino que también puede monetizarse con estrategia digital.
¿Inteligencia artificial?
La historia de Kalya comenzó como una curiosidad visual: una joven de apariencia perfecta que se presenta con tres senos y una voz que reafirma claramente en su biografía: "Sí, tengo tres. No, no estás soñando".
Sus publicaciones muestran escenarios paradisíacos, frases motivacionales y fotografías cuidadosamente producidas con estética realista. Hasta ahí, parece el caso de una influencer singular. Pero la verdad va mucho más allá del cuerpo.
Kalya no es una persona real. En realidad, fue diseñada completamente con inteligencia artificial, como parte de una tendencia creciente de "modelos virtuales" que generan contenido exclusivo y se venden en plataformas como Fanvue, competidora de OnlyFans.
Aunque no es humana, el personaje ha recaudado miles de dólares por suscripciones mensuales y ventas adicionales en Telegram, donde comparte material íntimo detrás de un muro de pago.
El ingenio detrás de Kalya radica en combinar lo impactante visualmente con un discurso de inclusión. En una de sus publicaciones más viralizadas afirma que las deformidades físicas no definen el valor de una persona y que todos merecen respeto, sin importar su apariencia.
A pesar de su naturaleza artificial, Kalya representa exitosamente un nuevo modelo de negocio: el realismo hiperestilizado que lleva a los usuarios a cuestionar si lo que ven es real o no.
Sus imágenes, generadas por IA, confunden al ojo humano y plantean preguntas éticas sobre autenticidad en la era digital.
La chica digital afirma tener 18 años y aspirar a ser enfermera en el futuro, detalles que refuerzan la ilusión de profundidad y personalidad, aunque todo sea parte del guion diseñado para atraer y ganar suscriptores.
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