En redes circulan imágenes que muestran el antes y después de la modelo luciendo irreconocible tras más de 30 procedimientos estéticos.
Andrea Ivanova se convirtió en tendencia en las redes sociales, donde se convirtió en viral gracias a su impactante cambio estético en su rostro.
Las imágenes de cómo lucía antes de su transformación muestran a una joven con rasgos faciales proporcionados y labios de tamaño convencional.
Sin embargo, desde que inició su proceso de modificación corporal, Andrea Ivanova se ha vuelto prácticamente irreconocible.
Andrea Ivanova antes cirugías Instagram
Su búsqueda deliberada de una apariencia única la ha llevado a desafiar repetidamente las advertencias médicas sobre los riesgos potencialmente fatales de sus decisiones.
Tras iniciar su transformación, en el año 2018, la modelo búlgara se ha sometido a 32 procedimientos estéticos, en los cuales hasta la fecha ha gastado miles de dólares sólo en rellenos labiales.
Su idea, de acuerdo a su propio testimonio, es convertirse en la mujer con "los labios más grandes del mundo", según consignó en su momento al NY Post.
Andrea Ivanova revela que también se modificó la forma y tamaño de su mentón, afinó su mandíbula y realzó sus pómulos, todo con el fin de acercarse a la estética de las muñecas Bratz.
Un objetivo
Las motivaciones de Andrea Ivanova son claras: alcanzar una apariencia única y llamar la atención como modelo en redes sociales.
La obsesión por aumentar el volumen de sus labios la ha llevado a desafiar incluso los consejos y advertencias de sus médicos.
"Mi médico tenía miedo de inyectarme más ácido hialurónico en los labios, pero yo estaba convencida de que quería más y no voy a parar", declaró.
Esta determinación la llevó incluso a buscar un médico en Alemania dispuesto a realizar los procedimientos que su cirujano habitual se negaba a ejecutar.
La modelo justifica su decisión como un experimento personal: "Quería experimentar conmigo misma para ver cuántas inyecciones y cantidades de relleno afectarían mi cuerpo".
En febrero del año pasado, Andrea Ivanova se sometió a seis procedimientos simultáneos en una sola sesión, una práctica que describe como extremadamente dolorosa pero necesaria para alcanzar su objetivo estético.