Nuevos testimonios han aportado detalles sobre cómo habrían transcurrido los últimos momentos con vida de Diego Fernández.
El hallazgo del cuerpo sin vida de Diego Fernández en la casa del fallecido músico Gustavo Cerati ha causado conmoción y despertado un sinfín de interrogantes.
"Es un rompecabezas donde lo que está haciendo el fiscal Martín López Ferrando por todos los testimonios que se han ido dando en los últimos días es lo que se llama una secuencia fáctica. Tiene en un espacio temporal determinado, ubicada a la víctima, a Diego Fernández. ¿Qué es lo que tiene comprobado el fiscal? El primer dato que tiene es que Diego Fernández fue aquel día a la escuela, a la clase de la mañana", empezó explicando Ignacio González Prieto, especialista en temas policiales.
"El segundo dato es que fue a la casa y no almorzó. Solamente mantuvo una conversación con la mamá, le pidió una mandarina, le pidió plata para el colectivo, colectivo que nunca tomó y habría que preguntarse por qué. El tercer dato que aparece es lo que nos acaba de decir Yony Mesa, su compañero que lo fue a visitar a la tintorería y lavadero del padre y estuvieron escuchando música adentro del auto en Parche Chas", agregó González.
"Y, después, hay otro muchacho que lo conocía del club, que lo saludó a cuatro cuadras de la casa donde aparece el cuerpo. Esto en criminalística se llama secuencia fáctica y significa que hay un punto de inicio y hay un posible punto final que se conectan en espacio y tiempo", siguió González Prieto.
"Le dijo una cosa a la madre y otra cosa al amigo. No se tomó el colectivo que se tomaba siempre. Habría que preguntarse por qué, a pesar de haber pedido plata. Faltó a la clase de la tarde y fue a la casa, por lo que cree el fiscal que fue a esta casa, de un chico que era compañero de la escuela pero que no pertenecía al grupo de amigos. Entonces, lo que acá está faltando es lo que en criminología se llama el móvil", manifestó.
Se hace presente
Norberto Cristian Graf, compañero de la víctima en la escuela técnica y quien es el principal sospechoso, se presentó voluntariamente ante el fiscal Martín López Perrando, quien encabeza la investigación del homicidio. Por el momento se desconoce lo que comentó en su testimonio.
Graf, hoy de 58 años, aún reside en el mismo chalet de dos plantas donde, de forma fortuita, fueron encontrados los restos óseos. La vivienda está ubicada a pocas cuadras del lugar donde el joven futbolista fue visto por última vez.
Según la reconstrucción de los hechos, Fernández Lima y Graf no eran amigos cercanos, aunque compartían el gusto por las motos.
"Por los indicios que tenemos, creemos que el 26 de julio de 1984, Fernández Lima fue por su propia voluntad a la casa de la familia Graf. Pasó algo que terminó con el homicidio del joven futbolista. Se busca determinar quién fue el asesino y además, el móvil del crimen", agregó González.
"Se describe una lesión observada en la 4.ª costilla derecha compatible con un objeto corto punzante y lesiones corto punzantes en algunas articulaciones. Hay marcas en el cuerpo que se corresponden con una muerte violenta y un intento de descuartizamiento, pero también puede tener que ver también con un intento de manipular el cuerpo para proceder a la inhumación del mismo", señaló.
Una fuente judicial aclaró el foco de la investigación. "Está claro que la víctima fue asesinada y enterrada en la casa de la familia Graf. Ahora debemos determinar quién fue el asesino o los asesinos". En la época de la desaparición, en el chalet vivía el matrimonio Graf con sus dos hijos, Cristian y una adolescente.
El caso ha despertado reacciones en redes sociales, donde algunos piden cautela ante la difusión de hipótesis sin confirmar, mientras que otros reclaman esclarecer lo ocurrido lo antes posible para brindar respuestas a la familia y amigos del fallecido.
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