El actor compartió detalles de su vida y explicó cómo ha logrado adaptarse en el trabajo y en su vida diaria tras su diagnóstico.
Tom Holland, reconocido mundialmente por dar vida a Spider-Man en el universo cinematográfico de Marvel, sorprendió recientemente al hablar de su salud y compartir un aspecto poco conocido de su vida personal.
El actor fue diagnosticado con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y también con dislexia.
La revelación la hizo durante una entrevista en la que reflexionó sobre cómo estas condiciones han influido en su creatividad y en la manera como enfrenta nuevos proyectos.
En conversación con IGN, Tom Holland explicó cómo el juego y la creatividad lo han ayudado a enfrentar las características particulares que posee.
"Tengo TDAH y soy disléxico, y a veces cuando alguien me da un lienzo en blanco puede ser un poco intimidante. Y a veces te enfrentas a esos desafíos cuando desarrollas un personaje", comentó.
"Cualquier forma en la que, como joven o como adulto, puedas interactuar con algo que te obligue a ser creativo y a pensar fuera de lo común, y a hacer cambios que estén o no en un manual de instrucciones, promueve una creatividad saludable. Y creo que cuanto más hagamos ese tipo de cosas, mejor", dijo.
Enfrentando desafíos
Tom holland de 29 años, ya había hablado en el pasado sobre su dislexia. Fue diagnosticado a los siete años y sus padres decidieron inscribirlo en una escuela privada para que recibiera la atención adecuada y lograra desarrollar su aprendizaje en un entorno más inclusivo.
Pese a las dificultades que enfrentó en la lectura y la escritura, encontró en el baile, el teatro y posteriormente en el cine una plataforma para expresar su talento.
A pesar de estos desafíos, la carrera del actor no se ha visto frenada por estas particularidades.
Tom Holland acaba de protagonizar el cortometraje Never Stop Playing, producido por LEGO.
La pieza combina acción real con animación y presenta a Holland en múltiples facetas: un marine espacial, un futbolista, un inventor, un anciano, un bebé, un artista y un ejecutivo malhumorado. El mensaje principal es que nunca se debe abandonar la capacidad de jugar.
"Me ofrecieron la oportunidad de hacer algo con mis hermanos, lo cual fue muy divertido y no es algo que pase todos los días", explicó al medio.