El Día del Niño en Guatemala es un momento de celebración y alegría para la infancia guatemalteca que se celebra a través de diferentes actividades.
Cada 1 de octubre, Guatemala celebra el Día del Niño, una fecha dedicada a reconocer los derechos de la niñez y promover su bienestar.
Aunque en muchos países la conmemoración se realiza en distintas fechas, en Guatemala este día se estableció de manera oficial a partir de la década de 1990.
El Día del Niño surge como una iniciativa global impulsada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que proclamó en 1954 la necesidad de contar con una jornada especial para promover la fraternidad entre los niños y niñas del mundo, y concienciar sobre su protección y desarrollo integral.
En Guatemala, el Congreso de la República decretó que el 1 de octubre sería la fecha oficial para celebrar a la niñez.
Esto se concretó a través del Acuerdo Gubernativo 10-97, emitido en 1997, con el objetivo de dar mayor relevancia al tema de los derechos de los niños, de acuerdo con la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por el país en 1990.
Día del Niño en Guatemala
Más allá de las actividades recreativas que suelen organizarse en escuelas, comunidades y espacios públicos, el Día del Niño busca recordar que:
- Los niños tienen derecho a una educación de calidad, salud y una vida digna.
- Deben ser protegidos contra la violencia, la explotación laboral y el abandono.
- La sociedad en conjunto —familia, instituciones y Estado— tiene la responsabilidad de garantizar su desarrollo integral.
Organismos de derechos humanos y asociaciones civiles suelen aprovechar esta fecha para hacer un llamado a fortalecer las políticas públicas de protección y a luchar contra problemáticas como la desnutrición infantil, el trabajo infantil y la falta de acceso a educación.
Aunque muchos recuerdan este día con regalos, convivencias y juegos, en el fondo se trata de una fecha que invita a reflexionar sobre la realidad de la niñez guatemalteca.
Según UNICEF, Guatemala enfrenta grandes retos: altos índices de desnutrición crónica, desigualdad en el acceso a la educación y situaciones de violencia que afectan a miles de niños.
Por eso, el Día del Niño no solo es una oportunidad para celebrar, sino también para comprometerse a construir un país donde cada niño pueda crecer en un ambiente seguro, saludable y lleno de oportunidades.