Minutos antes de la trágica muerte de Liam Payne, el gerente del hotel donde se hospedaba llamó al 911 pidiendo ayuda.
La llamada muestra a la persona preocupada por el estado del cantante, temían por su vida y sospechaban que estaba bajo los efectos de drogas y alcohol.
“Está sobrepasado de drogas y alcohol. Cuando está consciente, rompe todo en la habitación y necesitamos que manden a alguien, por favor”, se escucha en el audio.
Además, indicó “Necesitamos que envíen a alguien urgente porque ya no sé si corre riesgo la vida del huésped. Está en una habitación que tiene balcón y estamos con temor de que haga algo que le ponga en riesgo su vida”.
La operadora del 911 solicitó información sobre el huésped, pero el empleado indicó que no podían proporcionarle porque la habitación estaba cerrada.
Por ser un caso de influencia de alcohol y estupefaciente, un miembro del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME) tenía que acudir al lugar, acompañado de un agente de la policía y de ese modo se podía accionar.
Nada pudieron hacer por el cantante
Pese al llamado, el exintegrante de One Direction cayó del tercer piso y falleció. El director del SAME, Alberto Crescenti, indicó, según medios argentinos, que “no hubo posibilidad de hacer nada”.
Liam Payne murió de inmediato debido a la gravedad de sus heridas, ya que la mayoría se alojaron en la cabeza.
“De acuerdo con lo que vio el equipo, tenía fractura de base de cráneo. Lesiones gravísimas”, agregó Crescenti.
En la habitación se observó botellas de alcohol y estupefacientes. La policía de Argentina continuará investigando el hecho y así poder determinar si fue premeditado o accidental.
El artista, de 31 años, tenía semanas en Argentina. En sus últimas publicaciones en redes sociales se ve feliz junto a su novia, Kate Cassidy.
Payne deja a su hijo, Bear, quien nació en el 2017, producto de su relación con la excoach de ‘The X Factor’, Cheryl Cole.