Las principales ligas de fútbol europeas, incluidas la española, junto con la Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (FIFPRO), han presentado una denuncia formal ante la Comisión Europea contra la FIFA, alegando un abuso de su posición dominante en la gestión de los calendarios de competiciones internacionales. La queja ha sido vista como un importante desafío a la autoridad de la FIFA, acusada de infringir las normativas de la Unión Europea (UE) al imponer unilateralmente decisiones que afectan a las ligas y a los jugadores.
Los demandantes sostienen que la FIFA ha impuesto de manera arbitraria los calendarios internacionales de competiciones de fútbol sin considerar adecuadamente los intereses de las ligas nacionales, los clubes y los jugadores. Según su declaración, la organización internacional estaría actuando de manera desproporcionada y sin transparencia, lo que supone un conflicto de interés. Las ligas europeas argumentan que esta forma de proceder por parte de la FIFA vulnera la legislación de la UE, que prohíbe los abusos de posición dominante en los mercados.
Today, #FIFPRO Europe, @EuropeanLeagues, and @LaLiga have filed a complaint with the @EU_Commission, challenging FIFA’s handling of the international match calendar, including decisions relating to the FIFA Club World Cup 2025.
Updates to follow 🧵 pic.twitter.com/uzDg3uxSHv
— FIFPRO (@FIFPRO) October 14, 2024
¿Tomará cartas en el asunto la FIFA?
El comunicado de los denunciantes afirma: «La imposición de decisiones sobre el calendario internacional por parte de la FIFA es un abuso de su posición dominante y vulnera la legislación europea. La jurisprudencia reciente indica claramente que la FIFA debe llevar a cabo sus funciones regulatorias de manera transparente, objetiva, no discriminatoria y proporcionada».
Uno de los principales puntos de conflicto se centra en el hecho de que las ligas nacionales y los clubes han visto afectada su planificación debido a la sobrecarga de partidos internacionales. Esto ha provocado que los jugadores enfrenten calendarios extremadamente ajustados, lo que aumenta el riesgo de lesiones y reduce su capacidad para rendir de manera óptima tanto a nivel de clubes como en sus selecciones nacionales.
Las ligas europeas y FIFPRO han argumentado que, al no tener voz ni voto en las decisiones que afectan directamente a los futbolistas y a la organización de las competiciones, se están perjudicando los intereses del fútbol a nivel local y regional. «La FIFA toma decisiones que nos afectan directamente sin siquiera consultarnos o tener en cuenta el impacto que esto tiene en nuestros jugadores y equipos», destacó uno de los representantes de las ligas en su declaración.