Sean Combs ha sido acusado formalmente de tráfico sexual y crimen organizado, según nueva información revelada por Associated Press.
El rapero enfrenta cargos federales que afirman que golpeó y abusó de mujeres durante más de una década, dirigiendo un imperio sórdido de crímenes sexuales.
La acusación formal detalla alegaciones que datan desde 2008, indicando que él abusó, amenazó y coaccionó a mujeres durante años “para satisfacer sus deseos sexuales, proteger su reputación y ocultar su conducta”.
Ver esta publicación en Instagram
Durante estos años, se le acusa de inducir a mujeres y trabajadores sexuales masculinos a realizar actuaciones sexuales, a menudo de varios días, llamadas “Freak Offs”.
La imputación también menciona de forma indirecta un ataque a su exnovia, la cantante de R&B Cassie, que fue capturado en video hace un año y se hizo público el pasado mayo.
“Combs ejerció un patrón persistente y omnipresente de abuso hacia las mujeres y otros individuos”, según la acusación revelada el martes.
El cantante fue capturado el lunes por la noche, aproximadamente seis meses después de que las autoridades federales, que investigaban el tráfico sexual, allanaran sus lujosas casas en Los Ángeles y Miami.
Ver esta publicación en Instagram
Palabras del rapero
El empresario y músico ‘Diddy’, cuyo nombre real es Sean Combs, se declaró no culpable de los múltiples cargos federales en su contra durante una audiencia en un tribunal federal en el bajo Manhattan.
Esta comparecencia tuvo lugar durante la tarde de este martes, según informó TMZ, y la decisión sobre concederle la libertad bajo fianza aún no ha sido tomada por el juez.
Sin embargo, se enfrenta a una sentencia mínima de 15 años y una máxima de cadena perpetua si es declarado culpable. Los cargos presentados contra él son de extrema gravedad.
Además, ofreció una suma abrumadora de USD 50 millones de dólares como garantía para su fianza. Aunque no sería en efectivo.
Él propuso poner como colateral su mansión en Miami, valorada en USD 48 millones de dólares, y la casa de su madre. Además, accedió a llevar un monitor GPS y restringir sus viajes a Florida del Sur y el área de Nueva York.
La fiscalía argumentó que representa un riesgo de fuga, razón por la cual se opusieron a la concesión de la fianza. De tal manera, por ahora, la audiencia continúa y se espera la decisión final del juez.
