Diferencias entre piel seca y deshidratada
Piel, piel Piel / FOTO: piel

¿Cómo se diferencia una piel seca y una piel deshidratada? La guía para reconocerlas y cuidarlas

Identificar qué le falta realmente a tu piel es esencial para darle el cuidado correcto, ya que la sequedad y la deshidratación no son lo mismo.


La piel puede enviar señales que a veces confundimos, sobre todo cuando se trata de sequedad. Sin embargo, una piel seca y una piel deshidratada no son lo mismo, y comprender la diferencia es clave para darle a tu rostro el cuidado adecuado.

Aunque ambas condiciones provocan tirantez y un aspecto apagado, su origen, síntomas y tratamiento son completamente distintos. Por eso, identificar qué tipo de falta de hidratación tienes es fundamental para recuperar una piel equilibrada y saludable.

La piel seca es un tipo de piel, es decir, una condición constante determinada por factores

genéticos. En este caso, el rostro produce menos lípidos de los necesarios, lo que afecta la barrera protectora natural. Esto provoca que la superficie se sienta áspera, tirante y, en ocasiones, presente descamación.

Las personas con este tipo de piel suelen notar falta de brillo, poca elasticidad y una textura fina. Además, es frecuente sentir incomodidad incluso después de aplicar crema, ya que su necesidad principal es aportar aceites y fortalecer la barrera cutánea.

Cuida tu piel

No se trata de algo pasajero, sino de un rasgo permanente que requiere productos nutritivos e ingredientes como ceramidas, mantecas y aceites. Por otro lado, la piel deshidratada es una condición temporal causada por falta del vital líquido: agua.

Cualquier tipo de piel, ya sea seca, mixta o grasa, puede deshidratarse, especialmente cuando hay cambios climáticos, exceso de sol, mala alimentación, estrés o uso de productos muy astringentes.

¡No más frizz! Dale un estilo suave, brillante y duradero a tu cabello

El frizz es uno de los principales enemigos del cabello, especialmente en climas cálidos y húmedos como el de Guatemala.

Cuando esto ocurre, la piel luce apagada, presenta líneas de expresión más visibles y puede sentirse tirante después del lavado. Incluso puede aparecer un brillo inesperado, ya que la piel produce más sebo para compensar la falta de humedad. A diferencia de la piel seca, la deshidratación se corrige con hidratantes ligeros y activos como ácido hialurónico, glicerina o aloe vera, además de una adecuada ingesta de agua.

Yosi  Escúchanos