El partido de la Liga de Naciones entre Francia e Israel, que se disputará el próximo jueves en el Estadio de Francia, ha sido catalogado como de «alto riesgo» por el Gobierno francés debido a los recientes incidentes antisemitas ocurridos en Ámsterdam. Esta situación ha generado un amplio dispositivo de seguridad y una baja asistencia de público, factores que están marcando la antesala de un encuentro rodeado de tensión y fuertes medidas de prevención.
Pese a que el Estadio de Francia tiene capacidad para más de 80,000 espectadores en su configuración para partidos de fútbol, solo se han vendido alrededor de 25,000 entradas para este encuentro. El ministro francés de Deportes, Gil Averous, dio a conocer esta cifra durante una entrevista a la emisora Europe 1, donde también lamentó la baja movilización de los aficionados. No obstante, el ministro manifestó su esperanza de que las familias puedan asistir al evento «con total seguridad». La decisión de mantener el partido en el Estadio de Francia, en lugar de optar por el Parque de los Príncipes, responde, según Averous, a la necesidad de “no retroceder” ni “dejarse intimidar” ante amenazas externas.
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El Francia vs. Israel no tendrá mucha afición
El Gobierno francés ha desplegado un dispositivo de seguridad excepcional, que incluye a 4,000 policías y gendarmes en los alrededores y en el interior del Estadio de Francia, además de un refuerzo en los transportes públicos y el centro de París. Esta medida responde a los incidentes antisemitas ocurridos el pasado día 7 en Ámsterdam, donde seguidores israelíes del Maccabi Tel Aviv fueron atacados por hinchas del Ajax. La situación se complicó después de que algunos aficionados del Maccabi Tel Aviv protagonizaran actos de provocación en las calles y en el estadio.
Además de los 4,000 efectivos de seguridad pública, la Federación Francesa de Fútbol (FFF) ha sumado 1,600 agentes privados en el interior y los accesos del estadio, una cifra considerablemente mayor que la de otros partidos, especialmente debido al número reducido de espectadores que se espera.
El presidente Emmanuel Macron ha confirmado su presencia en el estadio, no solo para apoyar a la selección francesa, sino también para enviar un mensaje de fraternidad y rechazo ante los recientes actos antisemitas. Macron estará acompañado por dos expresidentes, François Hollande y Nicolas Sarkozy, en lo que el ministro Averous ha descrito como una muestra de “unión nacional” en la lucha contra el antisemitismo. Este tipo de ataques ha experimentado un preocupante incremento del 192 % en Francia en lo que va de año, según registros oficiales, lo que ha intensificado la vigilancia en torno a eventos de gran visibilidad, como este partido.
En medio de esta atmósfera de alta tensión, el partido de izquierda La Francia Insumisa (LFI) ha solicitado la suspensión del encuentro, alegando un “alto riesgo de incidentes” vinculado al conflicto en Oriente Medio. A pesar de estas preocupaciones, el Gobierno y la FFF han optado por mantener el partido y reforzar al máximo las medidas de seguridad para asegurar el desarrollo pacífico del evento.
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