La tecnología actual ha cambiado por completo las reglas y hoy existe una forma correcta y sencilla de hacerlo.
Al estrenar un celular nuevo siempre surge la misma duda: ¿cuánto tiempo debe cargarse la primera vez para cuidar la batería y prolongar su vida útil? Durante años circularon consejos que recomendaban dejarlo enchufado toda la noche o cargarlo por más de diez horas.
Sin embargo, esas prácticas pertenecen a una época en la que las baterías funcionaban con otras tecnologías. Hoy, los dispositivos modernos utilizan baterías de iones de litio que operan bajo parámetros completamente diferentes.
La recomendación actual es sencilla: la primera vez que estrenas un móvil basta con cargarlo hasta el 100 por ciento y retirarlo del enchufe en cuanto alcance la carga completa. Cabe destacar que, actualmente, no es necesario ni recomendable dejarlo horas adicionales conectado.
Los smartphones de hoy incorporan sistemas inteligentes que detienen automáticamente la recepción de energía una vez llegan al máximo, por lo que mantenerlos enchufados de más no aporta ningún beneficio. Además, la mayoría de dispositivos llegan desde fábrica con un porcentaje de batería adecuado para su uso inmediato.
Cuida tu celular
Esta primera carga solo sirve para que el sistema reconozca correctamente la capacidad total, pero no se requiere ningún ritual especial para "activar" la batería, como se solía creer años atrás. Tras ese primer ciclo, lo ideal es mantener el móvil en rangos de carga saludables que oscilen entre el 20 y el 80 por ciento.
Los expertos coinciden en que este hábito reduce el desgaste y mantiene la salud de la batería durante más tiempo. Realizar cargas completas constantemente o permitir que el nivel llegue a cero con mucha frecuencia incrementa el deterioro, ya que somete a la batería a ciclos intensos.
Gemini 3 ya está aquí: la inteligencia artificial de Google que promete cambiarlo todo
La nueva generación de IA de Google marca un antes y un después al combinar más potencia.
Como medida adicional, se aconseja hacer una calibración ocasional. Esto implica cargar el móvil al 100 por ciento y dejar que descienda hasta casi agotarse para que el sistema reajuste su medición interna. No es un proceso que deba repetirse seguido, pero ayuda a que el porcentaje que se muestra en pantalla sea más preciso.