Aunque ya despertó de su estado de coma, medios internacionales afirman que la actriz de cine para adultos se encuentra "permanentemente discapacitada".
La exestrella del cine para adultos, Emily Willis, ha quedado permanentemente discapacitada tras sufrir un paro cardíaco en un centro de rehabilitación de Malibú, donde había ingresado para tratar su adicción a la ketamina.
Ahora, una demanda presentada ante la Corte Superior de Los Ángeles alega negligencia por parte del centro de tratamiento.
Willis, cuyo nombre real es Litzy Lara Benuelos, fue hallada inconsciente el 3 de febrero de 2024 en las instalaciones de Summit Malibu.
A pesar de haber mostrado signos de deterioro de salud en los días previos, incluyendo temblores, dificultad para caminar y desorientación, la demanda sostiene que el centro no tomó medidas adecuadas para atenderla.
Según los documentos legales, la exintérprete de cine para adultos consumía entre cinco y seis gramos de ketamina diariamente durante un año antes de buscar tratamiento.
Tras su colapso, el personal del centro no la trasladó de inmediato a un hospital, lo que prolongó la falta de oxígeno en su cerebro y le causó daño cerebral irreversible. Willis permaneció en estado vegetativo hasta mayo y actualmente está paralizada, con capacidad de movimiento solo en los ojos.
La demanda, interpuesta por su tutor legal contra Summit Malibu y su empresa matriz, Malibu Lighthouse Treatment Centers, LLC, alega abuso de un adulto dependiente, negligencia profesional y prácticas comerciales fraudulentas.
"Si el personal hubiera seguido los protocolos médicos adecuados, Emily habría tenido la oportunidad de recuperar el control de su vida", declaró el abogado James A. Morris, representante legal de la famosa.
Willis, quien inició su carrera en la industria del entretenimiento para adultos en 2018 y participó en más de 700 producciones, ganó el premio AVN a la Intérprete Femenina del Año en 2021. Sin embargo, su lucha contra la adicción y sus problemas de salud han cambiado ahora totalmente su vida.
Ahora su caso ha puesto en el punto de mira la regulación y supervisión de los centros de rehabilitación en Estados Unidos. La parte demandante busca una compensación económica.
"También no debería de ser una demanda para el centro, también se debería demandar a la industria", "Más de 700 películas a su edad, es increíble lo mal que puede estar ella", "Sus dolores también se debían a dolores en sus partes íntimas, es terrible lo que hace la industria", fueron algunas reacciones de los cibernautas.
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