Visible en gran parte del mundo, su aparición marca el inicio del verano astronómico y es ideal para la contemplación o la fotografía.
Este miércoles 11 de junio de 2025, el cielo nocturno regalará un espectáculo imperdible: la Luna de Fresa. Este fenómeno astronómico marca la primera luna llena del verano en el hemisferio norte y es conocido por su belleza y por la tradición que lo rodea.
Aunque su nombre sugiere un tono rojizo, no se trata de un cambio de color, sino de una referencia cultural y estacional. El término Luna de Fresa tiene su origen en las tribus nativas de América del Norte, quienes lo utilizaban para señalar la temporada de cosecha de fresas silvestres.
Este nombre fue adoptado por el Almanaque del Agricultor y ha perdurado con el tiempo, convirtiéndose en una de las lunas llenas más esperadas del año por su simbolismo. La Luna de Fresa alcanzará su punto máximo de visibilidad durante la noche del 11 de junio y podrá observarse desde distintos puntos del planeta, incluida Guatemala.
Para quienes deseen apreciarla en todo su esplendor, se recomienda buscar un lugar oscuro, alejado de la contaminación lumínica, y observar a partir del anochecer. Aunque no tiene relación directa con el color rosa, en algunas ocasiones esta luna puede lucir más anaranjada o rojiza al salir por el horizonte debido a la atmósfera terrestre.
La luna fresa: Perfecta para la fotografía
Esto la convierte en un momento perfecto para la observación astronómica o la fotografía nocturna. Este evento también coincide con el inicio de una serie de fenómenos astronómicos que tendrán lugar durante el verano, por lo que los entusiastas del cielo deben estar atentos a próximas lluvias de meteoros y conjunciones planetarias.
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Desde el carisma hasta la ilusión de cambiarlos, este fenómeno va más allá de lo superficial y se conecta con patrones inconscientes.
La Luna de Fresa no solo representa una maravilla visual, sino también una conexión cultural con el calendario lunar ancestral. Para quienes siguen las fases lunares por razones espirituales o de calendario agrícola, esta luna llena es ideal para la introspección, el cierre de ciclos y la renovación de intenciones.