El bailarín que tocó indebidamente a la modelo Korina Rivadeneira en pleno show recibió una sentencia.
El Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Flagrancia de Lima, Perú, dictó este jueves una sentencia de dos años y seis meses de prisión suspendida contra el bailarín húngaro Vajda Zoltan Attila, conocido como "Tyler" del espectáculo Dioses del Circo: Virtuoso, por el delito de tocamientos indebidos en agravio de la modelo y presentadora Korina Rivadeneira.
La resolución incluye además una reparación civil económica, establece una vigilancia judicial durante un año con presentación bimestral, y prohíbe al acusado salir del país sin autorización.
En la audiencia, el acusado admitió su responsabilidad, pidió disculpas públicamente y dijo lamentar profundamente lo ocurrido. Según declaró, el contacto se produjo durante la rutina de baile y no tuvo ninguna intención de agredir.
La Fiscalía presentó una pericia psicológica que describió rasgos de personalidad narcisista e inestable, así como baja tolerancia a la frustración.
La propia Korina Rivadeneira relató que, desde el inicio, se sintió "vulnerable, expuesta y totalmente violentada". Según su testimonio, fue jalada al escenario, sostenida sin su consentimiento y recibió tocamientos en sus partes íntimas, hechos que fueron grabados por el público y rápidamente viralizados en redes sociales.
El juez también condicionó la suspensión de la pena a reglas de conducta: deberá permanecer en jurisdicción peruana, firmar cada 60 días en un control biométrico gestionado por el consulado, y respetar medidas de no agresión. En caso de incumplimiento, la sentencia será revocada y se ordenará su internamiento en un centro penitenciario.
Este viernes, la Municipalidad de Surco confirmó la cancelación definitiva del espectáculo tras el incidente, señalando que los hechos "atentan contra la dignidad de los espectadores".
La sentencia marca un paso decisivo en el proceso judicial, aunque no implica el internamiento efectivo del sentenciado. La reparación civil y el régimen de supervisión buscan resarcir el daño moral infligido y prevenir reincidencias.
Korina Rivadeneira y sus seguidores esperan que este fallo sea un llamado de atención al mundo del espectáculo sobre el respeto al consentimiento y la integridad de los artistas.
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