Pese a su fama como símbolo sexual de los años ochenta, Loni Anderson rechazó encasillamientos. En emblemáticas declaraciones decía que aceptaba esa imagen con humor y que su verdadera aspiración era actuar.
Loni Anderson, célebre por su papel como Jennifer Marlowe en la comedia televisiva "WKRP in Cincinnati" (1978-1982), falleció el 3 de agosto de 2025 en Los Ángeles a los 79 años, apenas dos días antes de cumplir los 80, tras enfrentar una "enfermedad prolongada", informaron sus representantes.
La actriz estadounidense Loni Kaye Anderson nació el 5 de agosto de 1945 en Saint Paul, Minnesota. Tras un comienzo lento en el cine y la televisión a finales de los años sesenta y principios de los setenta, alcanzó reconocimiento masivo interpretando a Jennifer Marlowe, la recepcionista glamorosa pero astuta de la estación radial ficticia WKRP, un rol que redefinió el estereotipo de la rubia atractiva en la comedia televisiva. Su interpretación le valió tres nominaciones al Globo de Oro y dos al Emmy.
La serie WKRP in Cincinnati, emitida de 1978 a 1982, logró un seguimiento devoto entre jóvenes y trabajadores de radio, pese a sus modestos índices de audiencia. Anderson, consciente de su valor, abandonó temporalmente el programa en 1980 para renegociar su contrato y regresar con mejores condiciones; luego permaneció hasta su conclusión.
Paralelamente a su carrera televisiva, Anderson protagonizó películas como Stroker Ace (1983), junto a Burt Reynolds, y participó en adaptaciones televisivas biográficas como The Jayne Mansfield Story (1980). También prestó su voz en la animación All Dogs Go to Heaven (1989) y continuó trabajando en cine y televisión hasta su último encargo, el filme navideño Ladies of the ’80s: A Divas Christmas en 2023.
Su vida personal ganó fuerte atención mediática cuando se casó con Burt Reynolds en 1988. Aunque su matrimonio terminó en divorcio en 1994, ambos detallaron su turbulento vínculo en medios y en su biografía de 1995 "My Life in High Heels", donde Anderson reflexionó sobre su crecimiento personal y profesional.
Pese a su fama como símbolo sexual de los años ochenta, Anderson rechazó encasillamientos. En emblemáticas declaraciones decía que aceptaba esa imagen con humor y que su verdadera aspiración era actuar. La salud fue un tema cercano para ella: tanto su madre como su padre padecieron EPOC, lo que la llevó a convertirse en defensora de la concienciación durante años.
La noticia de su deceso generó múltiples tributos de colegas y admiradores. Morgan Fairchild expresó en X: "I am heartbroken to hear of the passing of the wonderful Loni Anderson! ... The sweetest, most gracious lady! I’m just devastated...".
Loni Anderson falleció rodeada de su familia tras una enfermedad prolongada en un hospital de Los Ángeles. Está sobrevivida por su esposo Bob Flick, sus hijos Deidra y Quinton, nietos, y su extensa familia.
A lo largo de más de cuatro décadas, dejó una huella imborrable en la televisión norteamericana, transformando un papel estereotipado en un personaje cargado de inteligencia y empoderamiento. Su legado como actriz pionera y activista por la salud respiratoria perdurará mucho más allá de su partida.
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